En una producción de la televisión nacional “LA COSTEÑA Y EL CACHACO” firmada en Santa Marta en el sector de Pozos Colorado había un par de personajes que según la historia llevaban 10 años sin interrupción junto a una botella de ron y una nevera plástica con hielo y cervezas sentándose todos los días frente a la playa a ver los mejores atardeceres del mundo.
Se trataba de SIMÓN y LUCIANO un pintoresco Arquitecto italiano representado por el actor Diego Trujillo que llego a Santa Marta a bordo de un crucero y al ver la belleza de la ciudad no volvió más a Italia, en cambio monto un bar a la orilla de la playa y hacia castillos pero con wodca y ron; y un vacan costeño interpretado por Alejandro Martínez que usaba gafas, camisetas de superhéroes como superman y el chapulín colorado y cachuchas, que había estudiado por recomendación de su amigo italiano hotelería y turismo en la Universidad del Magdalena.
Este par de personajes como si fueran unos sacerdotes macondianos como los bautizo el también actor Humberto Dorado en su papel de Vicente Granados un hacendado tomador de ron y mamador de gallo realizaban este ritual todos los días y que según la historia lo habían hecho los últimos 10 años de sus vidas lograron plasmar y visualizar en la producción uno de los fenómenos y atractivos más exóticos de la Perla del Caribe. SU PUESTA DEL SOL
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